domingo, 15 de abril de 2012

JUEGOS DEL SILENCIO 2

*JUEGOS DEL SILENCIO (2)*
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*El alma juega en el silencio mismo.*
*practica sus desvios y sus burlas,*
*llena vientos.., de gustos y soledades,*
*y cuando siente que pierde, se asusta*
*porque es tenue como espuma al aire*
*que estalla sin que exista algún abismo.*
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*El alma juega solitaria.., cruzan las horas,*
*no ve la realidad de lo que pasa,*
*se entrega con placer al fuego interno,*
*en las noches se asusta y se acobarda*
*y para darle al silencio una esperanza*
*amanece con las luces de la aurora.*
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*El alma amanece, despierta compungida,*
*no tiene ilusión.., que al paso la acompañe,*
*se entrega a ella misma sin salida,*
*no espera mas amor.., ser comprendida,*
*solo logra existir en cada beso*
*cuando juntan los cuerpos en deseo*
*pero eso, ya está muy lejos de su vida.*
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*JESUS ALBO*

martes, 10 de abril de 2012

LIBRO PUBLICADO EN 1975


ABISMOS DEL TIEMPO

ABISMOS DEL TIEMPO
               Extremecidas las sombras
                en una celda infinita.
                ANA LUCIA MONTOYA RENDON
De tanto hastío
cansada ilusión
sin rutas que seguir
para alcanzarla
para tocarla
dejo pasar las horas
horas que siento
y con ellas se van
sin contenerse
las ganas de vivir
se va el aliento
 
Dan vueltas en ciclos
ciclos que se pierden
en cada uno de los sueños
pero vuelan sin alas
al mundo
a las estrellas
sin tener un afán
sin tener viento
como almas sumidas en infiernos
donde se crean los abismos
los abismos del tiempo.
 
Profundidad fatal
abismo del tiempo
que esconde la fé que pasa airada
que no tiene fuerza y si temores
se convierte en tristeza
tristeza que no acaba
para quedar en esa misma sombra
sin su amor..
Sepultado entre la nada.
 
JESUS ALBO

viernes, 6 de abril de 2012

EL SEÑOR

      EL SEÑOR
 
En cada templo, suplicante, por las villas
pedí consuelo a mi alma, atormentado,
sentí  la vida en el infierno.., terminado
y aunque estaba mi cuerpo de rodillas,
 
 
Caminaba orando en las orillas
de los pueblos sin fe.., desesperado,
me encontré al Señor , me había mirado
expresaba la dulzura en maravillas.
 
¡Cuanto Dolor..! ¡más grande su tormento!
su rostro era una luz tranquilizante,
sentí que a mi tristeza era alimento.
 
y me tendí a llorar como un infante
y se acabó el dolor..¡Viví contento!
¡ahora siguen mis pasos adelante..!
 
JESUS ALBO